Dicha reunión la
sostuvo un grupo de pensadores. Cuando se refieren a “Pensadores”
nos imaginamos un pucho de gente desnuda sentada sosteniéndose la barbilla con
el puño cerrado, manera que estimula las neuronas, posición clásica de la
estatua grecorromana. Bueno, aclarado esto, seguimos.
Las conclusiones
de los pensadores, la dejaron
escrita en una servilleta y olvidada en la mesa del un cafetín que sirven café
cerrero por la escasez de azúcar. La servilleta preservó el escrito por estar
recubierta de grasa dejada por un pedazo de fritanga adherida al papel.
Lo cierto, el
manuscrito relata el episodio histórico del Rey Salomón, frente a una decisión sabia
entre dos mujeres que reclamaban la
maternidad de un niño. Salomón apeló en estimular el sentimiento maternal y
legitimidad en dividir el niño en dos y repartirle a cada una un pedazo. La madre legítima se compungió del
dolor y prefirió ceder para mantener el niño vivo. La mujer ilegítima, no le interesó tal sacrificio o muerte del niño.
La ecuación es fácil: Deja en
descubierto que el ilegítimo Fratricida Burro y su Simio Uh Ah, por mucho que
se puyen los ojos, no podrán sacar lágrimas donde no sienten. Mientras que el
pueblo llora a sus niños que padecen hambruna
Uh Ah, esperando el momento Constitucional del firmazo para el “Revocatorio
YA” .
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