Me dicen los que
me cuentan, que en las inmediaciones de una Gallera, donde las apuestas y vociferaciones se confunden en un sola
algarabía. Estaba una voz que se colaba y retumbaron los tímpanos sin alzar sus
cuerdas vocales. Era el cepillaero que avizoró una desgracia, y para evitarla
alertó a los enfrentados, y los gallos menos emplumados no escatimaron en
tragar grueso. Pues, el cepillaero anunciaba que una suegra con una carta en
mano y caminar cambeto como jugador de fútbol, se acercaba amenazante a la
gallera para invocar algo pelipempúo.
Ya es sabido que
la Suegra es un ave malagüero que revolotea la paciencia de su víctima. Y al
llegar invocó su pedazo de carta y leyó dos párrafos, que fueron suficiente
para que reinara un silencio sepulcral: -¿Dónde está? El que se lava la cara
con jabón de tierra y se restriega el trasero dejando sus pelos pegados en la
pastilla del jabón. Unos de los asistentes muy dolido y solidario, invocó un insulto vociferando a
escondida, ¡agarre su carta y se la mete por el…!, ¡Nooo! Eso es ¡Horrible!.
Hasta el sol de hoy siguen buscando al susodicho. La raya marrón del susto
delata su paradero. Se cree que auspicia concentraciones para que no le
apliquen la carta democráticamente. Es decir, ante la vista de los demás.
Y eso de invocar
cosas ya es notorio al norte de América del Sur. Están los 8 millones del 6D invocando
a todo pulmón y lo que no es pulmón, el firmazo
que afirme firmemente la carta del revocatorio para darle paso a la
recuperación del país.
Los Deambuladores
invocan a jeta abierta la carta del ¿Dónde hay? Pollo, arroz, crema dental,
papel sanitario y afines a seguir en la sobrevivencia, ya que el Régimen Uh Ah
se roba la comida para hacer bolsa
intimidatoria de hambre Uh Ah.
Los Vampiros,
Enchufados, Narco Sobrinos y Generalmente
Focas que aplauden Uh Ah, invocan desesperadamente el Maletín de Dólares Antonini
Wilson para beneficiar sus bolsillos personales.
El Fratricida incapaz Burro y su Simio Uh Ah invocan la Santería de los Ritos Babalaos y sus sacrificios humanos, para seguir
la devastación de la economía del país Uh Ah.
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