Nacimiento de una Nueva Nación

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Los Libertario por una Nueva Nación

viernes, 19 de junio de 2015

Esequibo Uh Ah

   Cuenta la leyenda urbana que en el país de la marginalidad y azotes de la miseria socialista al norte de América del sur, se dice, que en uno de sus extremos hay un vasto territorio, conocido como zona de reclamación. Se ha despertado un “Rasca Roncha” con la intención en reclamar ese territorio por parte del régimen Uh Ah, con la pretensión de involucrar al pueblo a reclamarlo, como un viejo truco de distraer al pueblo, cuando está sumido en múltiples amargura de escasez.

  Con superstición alega el pueblo, que si reclaman eso no serán escuchados, ya que tienen rato reclamando por papel sanitario y no han tenido respuesta positiva. Deben  vivir con el rabo bajo el misterio, de cómo lo hacen para asearse, si es que lo hacen o hacer como con el Esequibo  “No hablemos de eso”.

  Como los oriundos están entretenidos en sus queridísimas colas de escasez Uh Ah, no se van a poner a reclamar por unos terrenos que le demandan trabajar y producir. Si aquí ya están acostumbrados a que se expropien y le regalen los despojos, destinando así lo que antes producía a la práctica Devastación Socialista Uh Ah.

 Todos coinciden, y cuando decimos todos, nos referimos a lo dicho por Tía Betulia, que si llegasen a poseer esas tierras, ya es sabido lo que haría el incapaz e ilegítimo Burro Uh Ah y los enchufados incapaces con su legado de ingobernabilidad del Insepulto Pajarito Fetiche Uh Ah. Al imponer las ideas progresistas e innovadoras de alcanforina del Castrador de la isla que fidelmente recibe sin fines de lucro Petróleo regalado Uh Ah.

 Si llegasen los Uh Ah a tener control sobre la zona en reclamación; los proyectos serían predecibles:

Harían los enchufados Uh Ah, muchos aeropuertos improvisados para el tráfico de la Hojita Feliz.

Los Vampiros Uh Ah, harían empresas fantasmas con los yacimientos de oro, diamante y petróleo.

Fundarían agencias de Bancos Suizos para Lavar Petrodólares Dólares Uh Ah.

Los habitantes allí instalados, serían reeducados a la marginalidad de la escasez y miseria de las Colas Socialista Uh Ah.

Todos tendrían un solo idioma, el Uh Ah.
 

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