La cosa de
celebrar el arribo de un año más, eso equivale el citar amistades, familiares y
afines al distrito Miranda y al departamento Vargas, a esto se le añade
regalos, refrescos, tortas y velas.
Es ahí, donde la cosa se pone tenebrosa, eso era antes que llegaran los tiempos
de la devastación de Régimen Uh Ah con su escasez y miseria marginal Socialista
Uh Ah.
Esa intimidad se
tronchó, la celebración sigue, solo se modificaron una que otras formalidades;
como la ausencia de muchos familiares que han emigrado a otros países, es
decir, no estamos todos los que somos.
La cosa es, que
normalmente se usaba todo el día
para el preparativo festivo con la picardía de sorpresa, luego venida la noche,
se esperaba ansiosamente para apagar la vela,
deseos y abrazos. Hasta los mochos se le ponían prótesis de brazos para no
quedar discriminados.
A causa de los
apagones de la Miseria Socialista Uh Ah se debe celebrar de día y si por alguna razón ya sea
descuido emocionante le toca le toca celebrarlo de noche. No está permitido apagar la vela por causa de los apagones Uh Ah y no quedar a oscura por horas.
Por lo ocurrido a
Lesbia Ana la sobrina de Tía Betulia, que apagaron las luces, prendieron las
velas y en el momento de soplar vino el apagón
Uh Ah. La cosa, es que no se supo nunca en medio de la oscuridad, quién
tumbó la torta al piso; entre pisoteo perdió la forma.
Se sabe que
muchos se chuparon los dedos de los pies y zapato porque estaba muy sabrosa.
Tampoco se supo de los que chuparon dedos de los pies ajenos. ¡Epa! -Yo no
estuve ahí, ese era uno igualito a mí-.
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