Se sugiere que las
Suegras inducen en probar lo indómito y
repugnante procedencia que tanto, macho y hembra son iguales. Aunque ginecologicamente
diga lo contrario.
Considerar en la
igualdad de género sea posible muchos ámbito de la vida, queda sin efecto al
intervenir la Suegra.
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La
fragilidad de la mujer an te el hombre queda sin efecto por la Suegra.
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Cuando
Ud. vea esa cosa “Suegra”, todo positivismo y buenas intensiones desaparece.
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Cuando
esa cosa bosteza “Suegra”, es una bestia.
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Sin
intención de alarmar, mire detenidamente donde supuestamente van las uñas; esa
cosa “Suegra”, tiene pezuñas.
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Mientras
la sonrisa es un decorativo de felicidad en las personas, esa cosa “Suegra”,
tiene chillido carroñero de hiena.
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Esa
cosa “Suegra”, es un Allien que se babea, es el octavo pasajero.
Por mucha conjetura y paralelismo esa cosa “Suegra”, no puede
considerarsele parte de este planeta. Su presencia disonante abstracta no
permite considerar en absoluto la igualdad de la especie humana.
Se concluyó que el hombre y la mujer
son iguales ante la ley, pero no ante el espejo.
Esto
nos dejó con preguntas en discusión:
Si las mujeres son más femeninas que los hombres; los hombres son más
masculinos que las mujeres.
Las mujeres tienen dos piernas, igual que los hombres, pero, los hombres
no pueden usar minifaldas.
Las mujeres tienen pechos para amantar a sus bebés; los hombres tienen
pezones… pero se desconoce su utilidad.
Si el hombre obeso tiene los pechos grandes ¿porqué no se le permite usar
sostenes?.
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