Desde
la invención del lápiz, su utilidad de ha diversificado, sobre todo como
defensa personal y sobrevivencia. Su uso radica por lo aerodinámica construcción
le permite al usuario manipularlo y adaptarlo a sus exigencias.
Puede ampliarse
al conectarse místicamente hasta fusionarse y crear el “Bio-Pencil”, es decir,
la vida en un lápiz. Cuando se escribe, se materializan ideas etéreas en las
regiones de las ideas. Créanlo o no es leña del fuego de las ideas. Solo es
apagado, cuando se le parte la punta. Eso sí, se recomienda no usarlo para jurunguease
la nariz, ya que puede ser succionado por el cerebro y quedarse atascado de por
vida en la masa encefálica, de acuerdo a la teoría de Homero Simpson.
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