Está expresión folclórica, resulta ser un
remoquete para referirse a la actuación de un glorioso equipo que inventó la
emoción navideña. Es decir, comienza la
temporada de béisbol ganando, arrasando hasta cautivar la emoción de sus
fanáticos. Teniendo como meta Fanático –
Equipo, llegar hasta diciembre ganando. Con el fin, de tener para los días
decembrino, una conversación positiva y amena. ¡Somos los Primeros!,
contagiando así esa felicidad, junto con las hallacas.
El calendario deportivo aquí está divido. Hasta diciembre es la copa hallaca, donde el equipo debe ponerle muchos ingredientes y sabor a los juegos. Luego, comienza enero, es para los equipos- fanáticos que gustan de lo sobrado. Algo así, cuando se come hallaca en enero, es porque quedó de la parranda.
El calendario deportivo aquí está divido. Hasta diciembre es la copa hallaca, donde el equipo debe ponerle muchos ingredientes y sabor a los juegos. Luego, comienza enero, es para los equipos- fanáticos que gustan de lo sobrado. Algo así, cuando se come hallaca en enero, es porque quedó de la parranda.
Me dicen los que me cuentan, que los fanáticos del Equipo de Béisbol Águilas, no caen en la provocación de ofenderse,
en ser llamados las “hallacas”. Pero,
hace una aclaratoria; que si siguen con la mamadera de gallo y vainita, de la “hallaca” no responderán ante un
arrebato de emociones encontradas fuera de su lugar. Como dice Tía Betulia, en un pise-corre le
daremos desbol, para que suene a tangana beisbolera.
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