Cuenta la mitología Marabina que los muy oriundos de esa región al occidente o la zona zurda desde arriba y en contra picado es a la derecha del país Uh Ah. Que queda al norte de América del Sur. Han tratado de explicar ese humilde arraigo casi místico a su terruño, que por mucho que lo oculte sueña con puente, sol, lago, pastelito con refresco y abrazar a un gordo (a) suda’o en el mediodía, para sentir eso pegajoso que lo atrae a esa tierra.
Resulta que Tía Betulia experta en freír pastelitos y mandocas con lo
que queda de la fritura de “Bocachicos” sin que se sienta el olor a pescado.
Ella posee un informe perteneciente a la ONG “A Pata Pelaá” y divulgada en tono
de Brollo, que ese fragmento mitológico encontrado como un amuleto en una choza
de una familia de los Turiacas. Tribu cuyos aborígenes guerreros encontraron
una tablilla flotando en las riberas de lago Coquivacoa.
Dicen que los ancestros guerreros se arremangaron el guayuco un día, y salieron mas allá de las aguas del Lago que está rodeada de tierra y al internarse en altamar zozobraron. La canoa fue atraída por la centrifugas corrientes del lago y entre golpes y roces de las sólidas raíces de cocoteros y manglares regresó a sus orígenes, pero reducida en una pequeña planta de pie. El temor de una profecía surgida de allí, indica que eso marcaría la diferencia y que solo ellos la entenderían. Esto se rego entre las tribus que residían en palafitos a la orilla del Lago.
Como una epifanía, los oriundos determinaron ocultar dicho fragmento de planta de pie, que vaticinaba que esas tierras serían grabadas en sus pies. Para proteger y preservar esa tierra bajo un tono peculiar de “Miarma, yo nací por aquí”.
Dicen que los ancestros guerreros se arremangaron el guayuco un día, y salieron mas allá de las aguas del Lago que está rodeada de tierra y al internarse en altamar zozobraron. La canoa fue atraída por la centrifugas corrientes del lago y entre golpes y roces de las sólidas raíces de cocoteros y manglares regresó a sus orígenes, pero reducida en una pequeña planta de pie. El temor de una profecía surgida de allí, indica que eso marcaría la diferencia y que solo ellos la entenderían. Esto se rego entre las tribus que residían en palafitos a la orilla del Lago.
Como una epifanía, los oriundos determinaron ocultar dicho fragmento de planta de pie, que vaticinaba que esas tierras serían grabadas en sus pies. Para proteger y preservar esa tierra bajo un tono peculiar de “Miarma, yo nací por aquí”.
Luego de pruebas científicas para probar su autenticidad. La Universidad
First Black se los vio negra y aseveró, que esa planta de pie es un MAPA PIE,
como un petroglifo; que tarde o temprano los orienta a defender su tierra los muy oriundo en caso de que quieran
expropiarlos los extraños y Miserables Socialismo
- Capitalista Uh Ah.
Además,
hay testimonio de Mochos Maracuchos que le resplandece la zona donde debería de
estar el PIE MAPA, muy semejante a las luces de las Torres Gemelas. Ese
resplandor es producido por una foto-celda energizada por el rayo del Catatumbo
a lo que el espectador exclama en dialecto maracucho “¡Miarma, que mamón ve
chico!” el mocho parece una linterna.
de tener su Mapa
Pie Maracucho.
Busque un maracucho (a) para que le preste
ocasionalmente su pie y Ud. pueda marcar su ubicación.
Busque
los artesanos hippie hediondos asentados por el Paseo Ciencias alrededor
de la Basílica de Maracaibo, hacen réplicas en miniaturas para turistas.
Le recomendamos que busque los originales hechos por maracuchos y no foráneos para que no le salga sabañon.
Le recomendamos que busque los originales hechos por maracuchos y no foráneos para que no le salga sabañon.
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