Cuenta
la leyenda Urbana que en el devenir del tiempo para acá, donde jugar al escondido ya le está fastidiando a un
pucho, borbollón y un bojote de gente. De manera que se ha decidido hacer una
prueba para saber si está incursionando o sin saber ya se “es”. A lo que Tía Betulia experta en Acertijos y Sortijas nos
confesó que no sabe de qué estamos hablando. Ahí está la cosa, seguimos
hablando en el idioma del escondido
para referirnos a los que tienen la semilla y el moñongo enredado o (tercer
tipo).
Ante
tal encrucijada. Tía Betulia lo resolvió con una moneda lanzada en el piso. Y la cosa es ¿cómo se recoge la moneda?. Está prueba revela, descubre y ayuda a salir
del escondite y no seguir asomado. Esto lo aseguran los que me cuentan. Todo está, como doblan las
piernas si se es mocho (pierna en singular). Y no seguir como el asomado, con la semilla escondida.
Se debe considerar que macho que se respeta no recoge monedas en el piso y mucho menos la moneda tres veces devaluada en un año del país de la Fantasía Uh Ah por el ilegítimo Zamuro de la Cúpula Podría Uh Ah. Esas monedas no tienen valor como para recogerlas del piso y arriesgar la dignidad, que puede estar para alguno en su cosita trasera. Esa dignidad negrita, chiquita, arrugaita ubicada atrás, que empieza por “c” y termina en “o”. A lo que Tía Betulia salió por allá y lo gritó a todo pulmón eso es el “CODO”.
Notas recientes de investigaciones sobre el tercer tipo de los que tienen la semilla, por la Universidad First Black, se las vieron negra al ver como el codo se lo manosean con sentido ginecológicos y lo sostienen mientras hablan o piensan.
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