Contrariedad Uh Ah

  Ya es notorio que las cosas que se ven en el país de la Fantasía Uh Ah, no es lo que se piensa, sino, que es peor. Esta cosa de la contrariedad ya es vista muy deportivamente. Desde un fraude de elecciones para acá, el Zamuro Uh Ah dejó sentado que es un embusteroso, cuando reto en recontar y revisar el voto y con la misma se contradijo al negar el reconteo. Esto produjo  gracia ante los seguidores Bichitos de la Secta Uh Ah, que les gusta que los alimenten con mentiras. Llámese mentiras socialistas Uh Ah a esas pastillitas dosificadas de mentol chino (“chi” le digo esto o “no” le digo aquello), que viene envasadas en Cadenas Lava Cerebro de Radio y TV Uh Ah; y para asegurar el fermento manipulador del culto al Fetiche Insepulto Gran Uh Ah, hacen uso tanto de imágenes y audio al fondo. Además, las mentiras son esas conveniencias de expresiones, a base de promesas ilusorias de miseria socialista Uh Ah que no se cumplen pero los entretienen.

  Nos sorteamos a ciega sobre el asunto de las contrariedades, con Tía Betulia, experta en resolver lagunas mentales que la vida nos ha anegado. Al igual que  la ONG “Las Mentiras me entretienen” nos alertan  que las contrariedades  pueden resultar en una epidemia de modorra mental. Tia Betulia entró en trance y resolvió unas contrariedades antes de precisar la cosa que nos atañe, como:

- Si volar es tan seguro porque al aeropuerto le llaman terminal?
- Disfrutan tanto los infantes de la infancia como los adultos del adulterio?
- Porque el coyote se gasta tanto dinero en artefactos acme, y no se va a un burguer?
- Como puede aguantarse piolín con semejante cabeza y tan poquito cuerpo?
- Un parto en la calle se considera alumbrado público?
- Una mujer encinta esta también en CD?

- Un golpe de estado, es pegarle a una mujer embarazada?
- Por que se esterilizan las agujas para una inyección letal?
- Por qué no hacen comida de gato con sabor a ratón?

 

  Lo cierto, es que Tía Betulia nos puso como ejemplo, lo de su sobrina Angina, ella posee unos implantes de siliconas en sus pechugas que al verla quita el hipo. Antes ella tenía unas cebollitas rayadas que al verla daban ganas de llorar, ahora son dos poderosas razones de apariencias de cocos. Ahí está la cosa, como algo que “no es” ocupa un lugar, solo por su apariencia terminan aceptándolas. Esto produce contradicción a los demás deambuladores en el país de la fantasía Uh Ah, algo así como la contradicción de los morochos de Ricky en el día de las Madres.

  El embusteroso Zamuro Uh Ah con su apariencia de presidente, pero, ilegítimo por fraude electoral. Y cada vez que aparece el devaluador de la moneda el Zamuro de la Cúpula Podría Uh Ah, con su léxico cantinflérico y contradictorio. Invita a la risa alucinógena Uh Ah, que hace olvidar la hambruna socialista existente.