Me dicen los que me
cuentan que de acuerdo a las profecías aleatoria de Tía Betulia, el cual
Vaticinó mientras mascaba chimó con “Hall Mentolito”. Bueno la cosa es que ella vio
en la ponchera de enjuagar los trastes de cocina el futuro petrolero del país
de los Uh Ah. Fíjense dice ella, los desfile de mises, la que resultaba ganadora le ponían el nombre
a un buque petrolero, estos serían en su postrer destinados a desfilar petróleo regalado. Esta
premonición de Tía Betulia le contrajo diferencia en su seno, hey no es ese
seno, quise decir en el gremio de la adivinancia; a tal extremo que apostó un
pelo de su sobaco para darle veracidad a la cosa “lo cual aceptó”. Por lo que
ya sabemos de lo podrió del caso, no del pelo, sino por lo de la regaladera de
petróleo se olvidaron de las necesidades de los habitantes del país Uh Ah.
La leyenda urbana
cuenta que los dirigentes Bahía Cochino de la revolución del siglo XXI asocian pueblo a su entorno familiar, me explico si ellos cubren las necesidades de su
familia: (Carros último modelo, cuentas Bancarias en dólares, Maletines
Antonini Wilson, Mansiones, Yates) queda por hecho la atención al resto de los
habitantes que quedan al margen. Que si mueren calla’o están en el proceso; pero si reclaman ya son
unos apátridas de la oposición. Ellos pues, buscan un pueblo manso que solo sepa decir Uh Ah.
No hay comentarios:
Publicar un comentario