Nacimiento de una Nueva Nación

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Los Libertario por una Nueva Nación

jueves, 27 de febrero de 2020

Errores que comete uno


  Ser herrero es una de los oficios inherentes del ser humano; es decir, llega un momento en la vida que estás, en el filo de la navaja, ahí exactamente decimos ese algo que nos hace errar. Yo estuve ahí y errar es humano, fue suficiente para medir mis palabras.

  Soy de los que cometió el gravísimo error de llamar a una chica, mujer “GORDA”. Fui aplastado por ese peso de conciencia, el peso de gravedad de una gorda.

  Ella arremetió sutilmente contra mí, consideró que para emendar esa injuria, y atrevimiento debía pagarle tres meses de gimnasio dieta y afines lycra, zapatos de goma y sudadera a la tortura que es sometido una “Gorda”. Lo pague muy caro y juro por el sindicato de dedos cruzados, que me fue difícil borrar de mi mente la palabra gorda. Al ver a una dama desbordada de kilos y afines, la sustituí por esponja y ¡me ha ido bien!.

   La chica esponja no le molesta tal expresión. A mí me costó un duró financiamiento que perdí dinero. Sí, yo perdí dinero, ella perdió kilo. Como una esponja cuando se aprieta, y al soltarla vuelve a expandirse (llegó a su estado natural). Ella sigue atravesándose por mi camino, para ver si caigo en la torpeza de decirle otra vez “XXXXX”, pues no voy a darle el gusto y financiarle otra rutina de tortura en un gimnasio.

  Lo confieso, me fue difícil encontrar una lycra mollejúa (grande), que soportara su anatómico cuerpo triple X. Lo de (X), es porque la costura cede hasta mostrar los dientes, que no aguanta más un…ñakata.




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