Cuenta la leyenda urbana, que los
Sobrevivientes y Bichitos de la Peste Socialista Uh Ah, padecen de una auto-destrucción, entre: hambruna, escasez,
padeciendo de pestilencia hasta sucumbir en muerte (auto-suicidio), provocada
por la negación de ayuda humanitaria de comida y medicina.
El Pueblo con expectación lacónica observa a
dos (2) Rameras: La Cúpula podría del Régimen Narco Terrorista Uh Ah y el brazo
aliado opositor MUDcura (está en suelo, mamá no puedo con ella; me la llevo a
la cabeza, mamá no puedo con ella); se sientan
a tranzar un acuerdo a la crisis de la Nación.
El tema a discutir es ¿Cómo?, hacer que el pueblo salga de la crisis. Ha resultado
muy eficaz, pues, de tanto “…ya va…”, “…un día de estos…”, “…¡Miarma!, ¿cuál?
es el apuro”…. Ahí fue que dieron con el éxito del acuerdo. De tanto retrasar,
posponer, dilatar; mamar gallo, notaron
que el tiempo se estaba encargando de la solución.
Mientras pasa el tiempo, el pueblo colapsa: muriendo de hambruna,
otros mueren por falta de medicina, otros violencia, un grupo numeroso huye del
país. La ciudad, barriadas y afines; donde se conglomera estos especímenes.
Se ve el aspecto de casas muertas, un vacío
habitados por Zombis bajo el hechizo del Vudú Haitiano. El pueblo existe, pero
no vive, solo deambula sin protestar. El que protesta es porque aún hay ese halito de vida que lo impele a
retomar el camino de la libertad; libre de la Peste Socialista Uh Ah.
Si el pueblo se auto elimina de hambre y pestilencia, los presos político igualmente
colapsan, se acerca el momento que dirán las (2) Rameras, ¡Miarma! y ¿dónde
están? los que nos motivó a discutir la crisis. Ya no hay crisis el tiempo se encargó de ellos. La meta es
seguir retrasando la ayuda, para que
la ayuda ya no sirva de ayuda.
Esta teoría dilatoria es reseñada en la
Biblia (Éxodo 8:9): nos dice que Faraón tuvo esa clase de problema hace miles
de años. Faraón tenía una disputa muy fuerte con Dios sobre el futuro de los
israelitas, y como resultado de esa disputa, se despertó una mañana y halló que
su país estaba plagado de ranas: ranas viscosas y malolientes
que andaban saltando por todas partes.
Era un problema serio. No se habla de una rana o dos en el jardín. Sé
dice que había ranas en todas partes. Ranas en las camas y sobre las mesas.
Había ranas viejas y grandes en los hornos, ranas en la masa del pan y en el
agua potable, ranas en el pelo, ranas en lugares que uno no quisiera para nada
encontrarlas.
Entonces Dios hizo algo: envió a Moisés a preguntar a faraón: “¿Cuándo debo orar al Señor para que las ranas sean quitadas
de aquí?”
¿Sabe lo que dijo faraón?: “Mañana”.
¿Se imagina tal cosa? Él pudo haber
dicho: “¡Ahora mismo!” Pero en cambio decidió que pasaría una noche más entre
las ranas.
Uno se dice: “Esa es la cosa más tonta que jamás haya oído. ¿Por qué
diría mañana?” No lo sé. Probablemente por la misma razón que este Régimen Uh
Ah y su aliado brazo opositor MUDcura, esperan hasta mañana ó el otro año
(dilatar) para que la hambruna, pestilencia se encargue en desaparecer al
pueblo y quedarse con la Nación.
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