Esto le pasó al amigo de una amiga, que
incursionó en un genero innovador del Furruko con la influencia del Rock
sin-fonico. Este instrumento emerge de la mismísima cosa esa, que llaman Gaita
Marabina.
Nuestro intérprete lo ejecuta en solo,
llevándolo a concierto. Tomando su iniciativa de concertista, hasta agotarse su
existencia. Con su aspecto de rabipelado, el furrukero urbano, es patrocinado
por la Casa Parroquial = Pa’ Rockial.
Lo cierto es que fue un llenazo por dos días
consecutivo, entre Luces, Furruko y ayayay por los pisotones de los asistentes
atiborrados. El concierto se extendió hasta agotarse la existencia.
Resultó que en el Barrio, llegado al tercer
día arreglaron la compañía eléctrica el transformador averiado que mantuvo al
Barrio a oscura. El recinto del concierto estaba dotado de su planta eléctrica.
Aún no queremos saber que pasó, pero ese
tercer día hubo un solo de furro.
Pues sí, quedó solo sonando el
Furruco con su abuela mascando chimó.
Nota urbana: La Aguella aprovecho en esos dos
días en tatuar a los asistentes con chimó el furruko en la piel.
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