Según el informe suministrado por los
sexólogos Masters y Johnson que consignaron unas firmas que apoyan la teoría que
en tiempos de crisis y escasez inducida por la incapacidad e improvisación Uh
Ah. Hacen un alerta y negatorio que macho
que se respeta no debe ni por huachafa
acceder a la tentación de hacer
ni vender jabón.
Los estudios fueron cotejados por los teóricos
en resbalones de la Universidad Angulo. Y muestran que los jabones,
usualmente son manipulados con las manos, y propenso a caerse por mucho cuidado
se tenga. En el momento de recogerlo es decisión de renunciar o seguir; sobre
todo cuando se tiene que poner en cuatro para recogerlo. Ya que macho que se
respeta no recoge jabón en el suelo, pues, en ese momento debe ponerse en
cuatro ó juntar las piernas como una hembrita y deslizarse sinuosamente y
¡Ñakata!; se pierde la virilidad, por
muy solito se esté.
Los eruditos de la Universidad Angulo, siguen
atendiendo sacándoles de sus entrañas a los afectados el jabón. En el momento
de recogerlos se resbalan y el jabón termina perdiéndose donde la espalda
cambia de nombre, ahí en la curvatura más pronunciada de la anatomía, en la
cueva del guácharo. Y para mucho ese jabón incrustado, les modifica la orientación
y Gps de sus genes como le pasó a Riky y Juanga.
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