Ante tanta
desviaciones y pérdida de valores, balones y escrotos; esperaban estimular y
contagiar virilidad, esperaban sin intimidación alguna un llenazo.
Se llamó “Macho
Soy”, y macho que se respeta marcha bajo cualquier circunstancia adversa al eje
de las axisas. No lo intimida la intemperie fatídica. La intención involucraba
gestar la hombría viril dominante sin fines de lucro.
La cosa
inesperada, fue fallida la convocatoria,
el convocante marchó como un huérfano, la pancarta le sirvió de techo móvil
improvisado ante el sol inclemente. Saltaron las dudas y cualquier pensamiento
referente a tal caso, se presume válido:
-Es que los genes masculino, tiende a caducar por falta
de ¿Qué?. ¿Se tiene que renovar?.
-Acaso la palabra mas-culino,
querrá decir otra cosa, que no va con lo que imaginamos.
-Acaso el closet, es un recinto de alto riesgo de
radicales libres.
-Será verdad, que el momento del nacimiento puede afectar
la orientación de los genes viriles. Ya que los que asisten el parto, son de
edad avanzada por pretender experiencia y son susceptibles a la artritis. Y en
el momento de la nalgada, lo hacen con el dedo parado.
-Es cierto, que el jabón artesanal esté afectando al hombre macho.
La convocatoria
fue fallida, es decir nadie asistió, estamos solos. Los del tercer tipo dicen poseer
la marca registrada de mas-culino
para repartir y gozar.
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