Curiosidades Navideñas Uh Ah

  La viva tradición de los pueblos, se deja sentir, al llegar la temporada Navideña. Sobre todo cuando salen los Nomos, pues si, son pequeños seres negativos, al ver la Escasez de la Miseria y Hambruna Socialista, piensan en No… No… No más Hayacas.

 Cuando se instituyó el regalito devastador del Control de Cambio. Y todo lo que se llama todo se ha descontrolado; menos los maletines Antonini Wilson de los Vampiros y Enchufados Uh Ah. Pero, el esfuerzo de seguir la tradición de hacer hayacas en el país de la Fantasía Uh Ah. Se han ingeniados ante los múltiples ingredientes, el reto de mantener el sabor original navideño. Evitando cualquier esencia China, que con tres góticas logra el sabor Navideño.

  Hicimos una cartica a Tía Betulia para obtener repuesta, y para sorpresa ella posee una poción otorgada por unos Duendes, pues sí, lo de duende es que pasaron años preguntándose ¿Duende está el secreto del sabor navideño de la hayaca? . Observaron a un indigente escarbar dentro de un conteiner de basura en navidad, que chupaba el juguito de una cabuyita que amarraba las hayacas. Esto respondió lo característico de su sabor, al ver la satisfacción de su hallazgo, que no eran los ingredientes internos, según se creía. El secreto en sí estaba oculto en la cabuyita de amarre que sujeta el envoltorio de hoja de Plátano o Bijao que a la vez contiene la masa e ingredientes.

  Se dice que en el momento del hervido o cocción de la hayaca en la olla con agua, la cabuyita de amarre absorbe las propiedades de la hoja y demás cosas transformándola en el toque mágico navideño. Esto demuestra lo nocivo de envolverla en papel  de aluminio.

  Esta revelación, dio un vuelco a los ingredientes y preparación de las hayacas. Desde ahora Ud. puede pedir Hayacas con Jamón y Queso amarillo o blanco, con Salchicha o Huevo, de pollo, carne o puerco, con o sin verdura para llevar o comer aquí.

  Luego que Ud. vaya comiendo debe alternarlo, chupando la cabuyita de la Tradición. Es fácil, es como chupar caña. Ya cuando la cabuyita no tenga juguito que chupar, úselo como hilo dental. Además puede reusarse para cientos de amarre más.