Cuenta la leyenda urbana, que los nativos del Norte de Sudamérica, hay un lago rodeado de tierra.
Este lago tiene un valor de vínculo casi familiar. La UNESCO debería considerarlo patrimonio universal e interbarrial. Lo cierto es que sus habitantes se sienten simbióticamente identificados, ya que sus desechos intestinales "fecales" terminan en sus cuencas. Ese Lago posee ese algo de sus entrañas.
Además, ese Lago tiene una razón de peso en la identidad de los lugareños, que se remonta a sus antepasados en la época precolombina, Colonial y más allá. El Lago tiene forma de bolsa, muy parecida a una barriga.
Estudios recientes de la Universidad Negro Primero se las vieron negra cuando se reveló la coincidencia de que sus gentilicio tienen una barriga protuberante y pronunciada llamada coloquialmente "Barriga Cervecera". Esa barriga sigue creciendo hasta la edad adulta; no tiene nada que ver con las amibas, lombrices o los gases debidos al consumo de granos. Es auténtico y perenne, prueba de ejercicios reductivos.
Estos Barrigones indígenas, que tienen la forma del Lago en su Vientre, les permiten perpetuar esa identidad “Maracucha”.
Aunque ha habido muchos Falsos Barrigas, para acreditar el honroso rango de "Maracucho" . Se jactan de tenerlo, pero no nacieron aquí. Y lo disfrazan con lombrices, que son expulsados con purgante. Otros comen caraota, de modo que ésta le inflame el vientre y ddesaparece cuando el gas intestinal lo expulsa. Los más atrevidos beben cerveza como locos, para acentuar su forma ovoide. Cuando pierden el conocimiento se caen al suelo orinados y defecandos, mientras tanto desaparece su barriga falsa.
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