Ese evento no está sujeto al antojo, son de
esas oportunidades de ahora o nunca. Con mi trapito en la boca decidí activar
mi observatorio digital interestelar, es decir mi telescopio. Eso permitió
romper el protocolo de contacto, y compartir dicho evento con Elsida. Eso fue,
como jugar futbol sin contacto, pues el árbitro de la Suegra estará encima.
Romper el protocolo del confinamiento es
fácil; lo difícil es estar sin gasolina, sin efectivo y en exterminio de
Apagones UhAh. Superando esa Miseria UhAh lo que queda es caminar y caminar
calle abajo hasta llegar a su casa y por la hendija de la cerca entre el susurro
llamé a Elsida. “Elsidaaaa” y fue allí, cuando la vi que venía zigzagueando en
su caminar. Fue ahí, que vi estrellitas.
El agujero negro del espacio y succionó mi
emoción. En verdad la Suegra, posee una chanclas de madera que deben prohibirla
de por vida. E inhabilitar a las personas que las usen.
Eso fue a velocidad interestelar que esa
chancleta se estrelló sobre mi humanidad. Que si no es por el “Trapito Tapa
Boca”, pierdo todo lo que se llama diente.
En verdad vi estrellitas. En ningún momento
me auxiliaron, ni la chancleta la recuperó de mi boca. Amanecí tirado con la
chancleta en la boca. No pretendo devolvérsela. Tuve un encuentro con la
“Estrella de la Muerte” y la Suegra Vader.
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