Como reactivo radical corrosivo, tóxico
liberado de un laboratorio clandestino. Así es el resultado virulento de la Suegra. Esta cosa aparece fortuitamente
de forma fantasmal sobre su víctima.
Su existencia es concentrar su artillería
perversa con sigilo y escandalosa para amargarle la existencia a su víctima. Muchas
confesiones de sus víctimas, apuntan que en su encuentro ante ese espectro, los sigue como un
fantasma. Y todas coinciden con la misma expresión lacónica “-entonces, es Ud. el que está pretendiendo a
mi hija, …nos vamos a conocer bastante”.
Y esa sentencia, ella lo disfruta. Por eso y
por muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad.
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