Cuenta la leyenda
urbana, la especie humana posee una pasión por ejercitarse para mantener
elasticidad en sus músculos. De ahí los tortuosos ejercicios y afines a la
mortificación del cuerpo.
En un lugar de la
Mancha, esto es, al final de la espalda existe un curvatura muy pronunciada que
supura un tizne barroso raya o frenazo dejado en la ropa interior por el
excedente de miedo y afines al esfuerzo de mantenerse libre de peligro.
Teóricos en
manchas se ocuparon en buscar una solución al asunto. En su observación centraron
sus esfuerzos en el -Gato-. La ponencia admite que el gato no se le ve
ejercitarse, sino, durmiendo y en un momento puede hacer proezas atléticas de
extremos. Alguien sugirió que los bigotes poseen unas partículas pasivas que se
activan energizando los músculos. Como antena emitiendo ondas se comportan sus
bigotes.
Se evidenció que
jalando un bigote e’ gato de raíz (no cortado), y luego atando a un pelo del
sobaco (ese rinconcito, entre el brazo y costado del pecho). Este es un injerto
eficaz científico usado por el genetista de Mendel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario