Esto ha permitido
que se inicie un incentivo de competencia para ver escombros – trancón- sea más eficaz, que impida el acceso a las
personas y los invite a no pasar.
Los escombros más destacados tienen aspectos
folclóricos, la idiosincrasia de seres que se las tienen juradas; pugnan entre
sí, como una rasca roncha.
Precisamente la Suegra, es la que inició la cosa. Tiene
que haber mucha ponzoña para que alguien exprese sin intimidarse por cuestiones
de no tener moral y luces.
Debe de haber un
pronunciamiento por parte de los organismos internacionales e inter-barriales
del tratado de Ginebra. Y que se aplique las sanciones de los que violen el
protocolo de guerra. Como el caso de las Suegras,
no deben por ninguna razón usar ropa interior de su víctima y exhibirla como
bandera en un escombro – Trancón- de un plantón de protesta..
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