Luego la Sociedad
de Aves de Negro, emitió un comunicado para certificar que la ventiúnica razón,
que estas especies frecuentan estacionariamente antenas urbanas en edificios;
es para diversión. Se han interceptado ondas hertzianas, apostando mortecinas,
como un polígono de tiro. Gana, el que impacte con el excremento al calvo.
La ONG “Cabeza
Pulía”, fueron los que elevaron la queja, por las crecientes agresiones. Pues,
no por el excremento de los Zamuros, sino, por la obscenidades en voz alta como
desahogo. Que profiere la víctima sin que se vea aludido, el Ave de Negro.
Resultando en un insulto sin efecto. Y esto viola el Protocolo de la Convención
de Ginebra, en el párrafo 3, ordinal 8, de la página de deporte.
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