Unas de las palabras
más fea es el sobaco camuflajeado como “axila”. Y consiste en esa esquinita del
cuerpo humano ubicado geográficamente al costado y norte de las costillas y comienzo del brazo (incluyendo
a los mochos). Esa esquinita del triunfo
o éxito es tapizada por unos flequitos o pelos; al no hacerle mantenimiento expide un olor
para hacerse sentir y decir ¡Aquí estoy oculto!. Me dicen los que me cuentan
que su olor hace llorar o invita arrugar la cara. Se sospecha que este
emparentado con la cebolla (aún está en discusión que descendemos del zorrillo).
La cosa es que el
sobaco se utiliza para los momentos más felices, triunfo y logros entre otros.
Lo primero que enseñamos cuando nos dicen Ud. se ganó tal cosa, pelamos por el
sobaco y se lo enseñamos a todos. El deportista gana, pela por el sobaco a
enseñarlo. Cuando somos pequeños y los padres nos abrazan con afecto, nos meten
en el sobaco. El recién nacido quiere que lo carguen pela por el sobaco. Es como algo del instinto que amenazamos con echarte algo por
ahí sino obedecen a nuestras pretensiones. Como que fue cerrado el líquido que
se expulsaba como los zorrillos; fuimos
privados de expulsar ya que en esa zona se suda
y de a mucho, se parece a un volcán dormido. Algo hacían desmedidamente nuestros
antepasados, que fuimos privados y dejado oculto por el brazo.
Debemos estar claro
que le damos un sinfín de uso al sobaco, el cual no valoramos. Se han visto que
no se le acicala y se permeabiliza con desodorantes para su protección. Recuerde,
que ese momento de alegría Ud. cierra los ojos y pela en enseñar el sobaco, cuídelo
por causa de los demás que son los primero que ven en Ud. cuando la euforia lo
embarga.
Además el sobaco es
usado en el régimen del Águila Calva Come Moscas, al exigirles a los miembros
de la secta UH Ah, que estrellen el puño y mano alzada como símbolo de Odio.
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