Cuenta la leyenda urbana que el infortunio de la costumbre
de ver algo y ya no está ha embargado a los bichitos de la secta Uh Ah, que no se hallan así mismos. La ONG “
Yo tampoco me Hallo” saco a relucir sus temores o trapitos al sol, admitiendo
que Tía Betulia tiene razón. Tía Betulia tiene razón, aunque la tenga por el
suelo, pero la tiene. Sus razones declaran que el que tenga ojos que vea, pues si, póngase a ver
cada detalle que rodea en el país de la fantasía Uh Ah. Cuando vea una simple
esclava o cadenita, Ud. recordará el lavado de cerebro que el Gran Uh Ah hacia por horas
a los adeptos y bichitos de su secta.
Se puede afirmar que
la gente, hasta habla sola, pero no es así, ellos hablan con el que ya no
existe. Los Zamuros del régimen dicen que hablan con la nada aprobando a
siniestra cualquier resolución. Así También los bichitos deambulan, con el delirio que
hablan con el más allá, es decir más allá de nuestras fronteras.
Aquí hasta murmuran que lo han visto en la Capital firmando gacetas oficial e irse sin hablar, como que le enyesaron la lengua, la cosa es que la gente lo ve en la escasez de comida, en un apagón, se deja ver en un maletín de Antonini Wilson y hasta en Uh Ah de un machucón.
Aquí hasta murmuran que lo han visto en la Capital firmando gacetas oficial e irse sin hablar, como que le enyesaron la lengua, la cosa es que la gente lo ve en la escasez de comida, en un apagón, se deja ver en un maletín de Antonini Wilson y hasta en Uh Ah de un machucón.
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