Cuenta la leyenda
urbana que un país que limita por el norte con la isla de la felicidad, cuyo régimen
utiliza el arte de las marionetas para
regir como un tirano es decir hurgador de ano. Ha expandido su método en hurgarles
el trasero a los habitantes “Uh Ah”. El
Marionetista Fidel el Castrador de libertades los ha puesto a bailar la guantanamera, es decir ponlos aguantar gases lacrimógenos, aguanta esta escasez, aguanta este racionamiento eléctrico, aguanta esta expropiación todo para que se entretengan en la miseria,
mientras que ellos viven la “dulce vida”
producto de la venta del petróleo, siempre y cuanto le tapusen la boca con
dólares, no con bolívares devaluados, a los
de la cúpula podría de sus seguidores los “Bahía Cochino”.
La cosa del baile
socialista es producto de una sin-cronización
como les digo (sin planificación,
solo por –hoy se me ocurre-) y así ponen a los bichitos “Uh Ah” a pulir el piso
con ellos. Ya es un folclor el “cuanto hay pa’ eso” el coreógrafo mayor dirige
la cosa con “tuiter” desde la isla de la felicidad.
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