Ante los eventos de exterminio por la Pestilencia China, muchas personas sobrevivientes se reúnen clandestinamente siguiendo el protocolo de seguridad de un escondido.
Lo novedoso es que la comida y bebida rinde
en un espacio libre por falta de personas que ya no están por razones obvias de
la Peste China.
Las conversaciones no son lúgubres, tienen un
matiz fluido de competencia para ver quién tiene la historia más terrorífica.
Si usted sabe dos historias de esa pestilencia postrado en una cama entubada; siempre
hay otro que tiene tres historia más tétricas que le quitará el sueño, y ello
lo disfrutan.
Y llegan al punto de los entubados, por la
agonizante dificultad de la respiración, si usted no posee en su historial de
cuentos, entonces está fuera y ajeno al acontecer y dinámica de la extinta sociedad.
Le sugerimos que se aprenda al menos una y disfrute la fiesta contando el
deceso y cenizas del entubado:
Entubado por la Suegra
Los familiares y afines de Jorge Nitales hace
un llamado a benefactores ante su situación de convalecencia, está en un
cuadro delicado, ya que se encuentra entubado,
por una “Suegra”, en estado de ebriedad. Esa entidad desahogó su furia sin
mediar las consecuencias colaterales de su víctima.
El entubado de Mario Neta que labora en un taller, debió salir apresurado con un “Tubo de Escape”, ante los cobradores energúmenos que una “Suegra” le envió.
Lesbia Ana prima del paciente; se hace solidaria al recomendarle lo que ella hace cuando es entubada, pues sí, ella trabajó en un sitio de reunión social haciendo su “Show”. Su prima es “Gorda”, casi traslúcida por la grasa, trató de hacer su primera presentación en un tubo, deslizándose con un baile gelatinoso exótico. La cosa es que se desprendió del techo que sostenía en un extremo el tubo y la Gorda entubada se estrelló contra el piso. La cosa se complicó, el como levantar esa cosa; aunque resultó divertido, pues se resbalaba mucho de las manos de los solidarios al rescate por la grasa que ella emana.
Mi Abuela está enferma grave en el hospital
pero, con la intención de llevarla a enterrar en la tarde para no estar con la
lidia que ella genera. La cosa es que ella no se deja. Se apropió de un tubo, sin soltarlo y con gesto amenazante
lo esgrime. Su cumple años coincidió, y no se dejó abrazar para la
felicitación; por temor que la neutralizáramos y ser amordazada sin rencor.
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