Por razones discriminatoria, fue a mi que me
tocó acarrear a mi Aguela, en un paseo por el vecindario como una mascota para
defecar; y ver si se contagiaba y así cumplir con el protocolo de la sucesión
de herencia familiar.
Recuerdo ver correr a un Chino de un
Restaurant. Trataba de atrapar a su mascota (Murciélago), usualmente ellos lo
bañan y con esa agua hacen la salsa para la preparación de sus platos y
arroces.
Este mamífero alado (Murciélago), se abalanzó
sobre el cuello de mi Aguela para chuparle la sangre. El Murciélago no pudo, ya
que mi Agüela tenía un cicutillo (costa de sucio en el cuello), por falta de
aseo personal ante la escasez de agua, inducido por los incapaces del Régimen
Genocida Narco Terrorista UhAh.
Mi Agüela se levanto milagrosamente de la
silla de rueda, desenfundó su bastón de madera; en forma de estaca lo embardunó
de ajo. La plancha dental de mi Agüela tenía un Diente de Ajó incrustado, de
ahí su pudrición. Agüela le asestó la estaca en el pecho, matando al murciélago
portador del virus “Dragón Chino”.
El Chino negó lo sucedido ante las
autoridades sanitarias, yo también me negaré en comer comida china de aquí en
adelante. El Chino envistió sobre mí, yo entre en pánico y me cubrí con mi
Agüela. Mi Agüela se quito el trapito “Tapa Boca”, dispuesta a escupir con
Chimó al Chino que huyó despavorido.
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