Los Sobrevivientes y
Estuporianos de la Peste Socialista UhAh, se enfrentan al infortunio de una
tradición de “Fin y Nuevo Año” en medio del exterminio inducido por los
incapaces Genocidas del Régimen Narco Terrorista UhAh.
La tradición encierra un enigma, que solo
puede ser descodificado para entrar en su portal “Felizaño”. En la Nación
UhAh, esa expresión está encriptado y no se cumple el protocolo de ese deseo.
Solo puede ser desatada en los Sobrevivientes cuando el “Conflicto Final” se
encargue de raer (quitar) por el Pueblo Bravo sin la Ramera de la Oposición
Política, del territorio al que lo detiene es decir, a la “Cúpula podría y testaferros de la Peste
Socialista UhAh”.
Según la ONG “5 pa’ las 12”, en su cierre fiscal, presentó un pliego conflictivo
que demuestra que el “Felizaño”; que se ejecuta como
saludo y deseo en la Nación UhAh; es un hibrido de Unicornio Azul y Pie Grande,
es decir: “No Existe” en la
realidad, solo en las imaginación de un Estuporiano UhAh contaminado eb su
mente lavada con carnet, Bono Petro y la Marginal Caja de la Miseria Extrema
UhAh (Claptómana”).
¿Cómo es eso? Que le deseen a un Estuporiabo
UhAh “Felizaño”, cuando está plagado con Apagones Eléctricos,
Pestilencia faltas de medicina y afines, escasez y sobreprecios entre pueblo
contra pueblo. Más que un deseo de “Felizaño”, es una irónica burla.
Cuando la aurora del “Conflicto Final” aparezca, ahí sí, van a tener lo que queda de “Felizaño”.
Los Sobrevivientes tendrán la responsabilidad de hacer un resumen de festejo
tradicional.
Tragedia de un ¡Felizaño!
Las uvas amarga de este fin
de año viene precedida por el Apagón UhAh. La oscuridad y sombras estuvo
presente y en el momento del abrazo del “Felizaño”; sin agua, ni gas domestico,
por instinto a ciegas nos sentamos a la mesa e improvisaciones cada queien
debía abrir su hallaca y arrancar a comer.
Aquello sabia a “caca de niño”, en verdad para
no herir suceptibilidad no dije nada y me comí aquella porquería llamada
hallaca. Tenia contectura de mermelada sin tropezones, ¡fue horrible!. Hasta
que la vecina alzó la voz en la oscuridad, diciendo:
- ¡Miarma!
¿Dónde está? El pañal que le quite a mi hijo, creo haberlo puesto en la mesa.
- ¿Alguien
lo vio?
- ¡Nooo!,
que vamos a ver con este Apagón UhAh.
- Por
el olor, está cerca de aquí.
- Yo
me chupe hasta los dedos para no dejar rastro de esa podrida hallaca. Que no
era hallaca. Yo y nada más que “yo”
se le ocurrió destapar y comerse lo de ese pañal.
- Lo que ha trascurrido de este año; no acepto
ni aceptaré un ¡Felizaño! más, hasta
nuevo aviso después del “Conflicto Final”.
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