Cuenta la leyenda
indígena ancestral, que en los inicio de la humanidad primigenia, para más
exactitud, en algún lugar del planeta. Surgió un evento etimológico, que
resolvió el problema de deficiencia de nutrientes en el organismo (Hambre), que
producía el escándalo de tripeo estomacal.
Los aborígenes
ancestrales estudiaban meticulosamente,
sobre la presencia repentina de ese tripeo o escándalo estomacal denominado
(Hambre). Lo meticuloso era una
prueba, examen que consistía en meterle el dedo por el… ¡NOO! eso es horrible.
Lo cierto es que determinaron la falta de ese algo, girando su curiosidad sobre
el nudillo hundido llamado ombligo.
Se estimó que por
ahí iba la cosa (ombligo), no se sabe, pero, alguien cortó y enrolló la manguerita
que nutría lo que tenía que nutrir.
El punto es que
alguien en medio de retorcijones de hambre se le ocurrió morder cosa como un
instinto de sobrevivencia. Lo inició por el tronco de un árbol les fue muy duro,
hasta llegar a su fruto, fue ahí que determinaron, por lo blando detenerse. Se
pudo consumir el fruto, hasta apaciguar el crujir del estómago.
El resultado es
que hicieron cola para comer, ese no seque que quitaba la alarma del estómago.
El último de la cola dijo alzando la voz:-“de
esa me das uno”. Lo expresó tan rápido que, el que le seguía preguntó: ¿Qué
dijo?, el siguiente del siguiente le dijo en cámara lenta: –“Desayuno”. Fue ahí donde surgió la palabra “Desayuno”.
En el devenir de
los tiempos, en el país de la Escasez y Miseria Socialista Uh Ah, se han retrasado
en el tiempo. Pues viven una Dictadura
Uh Ah, es decir, Denta-dura,
tienen diente, pero, sin mover la mandíbula por la hambruna Uh Ah. De manera
que la palabra “Desayuno” esta en
desuso para muchos.
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