Existe un Lago
rodeado de tierra al Norte de América del Sur, donde sus riberas fueron la cuna
de lo que en el principio de la vida cuando la lombriz era la solitaria y en el
silencio de la noche surgió un plasma hecho canción de “Miarma que es esto”, pues sí, es lo que
llamamos por razones folclóricas “Gaiteros”.
Surgieron
hipótesis de su aparición afirmando que son producto de un vómito musical, por la teoría de que la mujer en la gestación es
proclive al vómito. La otra versión es que fue una placenta musical la que amamantaron por la tendencia de ser
barrigones.
Estos engendros
musicales tienen algo en común; en su esencia son barrigones y para mantener
esa figura ovoide la sustentan con cerveza. El Gaitero y la Madre van
amalgamados. Mientras ella hace café, arepas, empanadas; él se rasca y soba la
barriga mientras charrasquea el cuatro. No es por nada pero, aquí nos calamos
las Gaitas en medio de Escasez y Miseria Socialista Uh Ah para hacer las
hayacas en diciembre.
Las Gaitas es un
ingrediente navideño para alegrar las sorpresas
que se viven con tantas Colas de Escases Socialista Uh Ah de productos. Tan es
así, que de 10 hayacas, solo dos son de masa sin relleno, otras dos con
relleno, el resto solo es hoja. Y así se mantiene la tradición. Y a la hora de
comer se reparten, luego viene al momento de destaparla la sorpresa de tener o no tener. Por eso y por muchas cosas más ven a
mi casa esta navidad.
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