Según los estudios de los mitómanos (arte de decir mentiras) a cargo del departamento de la Universidad First Black, se las vieron negra al ver que la mentira en la revolucionaria Venezuela está afectando la fisonomía de los lugareños, está perturbando no el crecimiento excesivo de la nariz o cosas aledañas, sino que por ser país tropical está repercutiendo en el cuero cabelludo ya que se encuentra cerca de donde se generan los “embustes” (expresión ordinaria para decir mentira). Se inter-peló a la Dra. Elene Curtis -ya que ella si sabe de cabello-. Ésta argumentó que el uso de la mentira como método persuasivo para engañar a la gente que no cuestionan -ni el por qué está lloviendo tanto-, bueno la cosa es que la mentira produce una interrupción del flujo capilar (efecto tala), de manera que quedan descubierto sus actos mentirosos. Quedarse sin pelo es indicio innegable de ser un embusteroso.
Está usando pega loka por shampoo.
Es lampiño(a) de nacimiento, y Ud. pensaba que era un fenómeno que tenía una tercera nalga.
Ha sido calvo desde siempre y la pollina de cuero que luces es solo una superficie epidérmica civil, lisa libre de cañones.
Ud. se rapa la testa para que le vean los cañones, esas armas bélicas para exhibir e intimidar su poder al pueblo (llámese pueblo todo aquel que se le pueda controlar y pisotear).
Usa peluca ó gorra como prótesis.
Ud. es un “Pocaterra”, es decir no tiene cabeza.
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