Me dicen los que me cuentan, que el presente
fragmento revelador, es una traducción del idioma Mandarín, con un poquito de
Naranjín y Limoncín.
La importancia de saber donde se origino el
Virus “Dragón Chino”, más que una información científica es u brollo. Muestra
el tratamiento que se les da a los animales feos.
Surge exactamente en un suburbio oriental
donde se involucra el nativo Chiang Cleta. Se supo que se quedó sin su cena,
luego que fue visitado por la Suegra y esta dispuso de su comida. Hambriento de
su regreso de la faena laboral. Poseedor de esos empleos secretos.
Mucha gente desconoce que en los circos hay
un empleado que tiene la singular ocupación de atajar a los trapecistas que
caen después de haber perdido el equilibrio.
Este es el caso de Chiang Cleta, al verse sin
comida y sin dirimir represalia para evitar un “chiancletazo” familiar; decidió comer una comida rápida. De esas
que hay que caminar rapidito y pedir rápidamente. Para esperar un buen rato que
rapidito del despachador de comida te atienda.
Fue ahí que Chiang Cleta, pidió un pincho de murciélago con pan-golín salado. Le metió el pincho por el trasero al Murciélago.
Este se sintió violado, segregando una sustancia no conocida en represalia por
el pinchazo.
Chiang Cleta se #jartó” aquella cosa, aunque
sintió algo amarguito. Dijo – a la final, nadie va a saber si como o no como, y
además eso no le afecta a nadie.
Aquella comida digerida no cumplió el
protocolo digestivo. Se pudrió en el estómago, creando un gas intestinal que
buscó el ollito más estrecho para salir. Fue ahí, que su flatulencia mortífera,
se esparció y como reacción en cadena con el aire, produjo una pandemia.
Chiang Cleta insiste, que no comió pan- de- demia. Acompaño el pincho de
Murcielago con pan-golín. Esto
obligó a la humanidad, al uso del trapito en la cara como señal, de ese algo que está ahí, que no vemos ni
olemos.
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