Me dicen los que
me cuentan, que unas de la metas de los seres humanos y de los que se
consideran (seres humanos), es la búsqueda del placer. Aquí en esta tierra donde hace calor, sin contemplación y sudamos
lo que se tiene que sudar; y nos es por
nada ni porque yo esté presente, pero, si buscan vida de placer, aquí hay vida placentera
y de a ¡mucho!.
Fíjense, que es tan placentera. Que si se disponen a caminar, siempre, pero lo que se llama siempre, hay una placenta viviente. Y no una, sino, muchas; tanto es así, de la vida placentera, que hay aquí, que se llaman “Gordos” para distraer la cosa.
Eso es una placenta, ya que su aspecto voluminoso, voluble y gelatinoso, que asume cualquier forma por lo amorfo.
Fíjense, que es tan placentera. Que si se disponen a caminar, siempre, pero lo que se llama siempre, hay una placenta viviente. Y no una, sino, muchas; tanto es así, de la vida placentera, que hay aquí, que se llaman “Gordos” para distraer la cosa.
Eso es una placenta, ya que su aspecto voluminoso, voluble y gelatinoso, que asume cualquier forma por lo amorfo.
Se creen, que
son seres alienígenos que se introducen en nuestra atmósfera, como polvo cósmico. En el momento que una
pareja ve estrellita cósmica (lo que
no son visitados, son las parejas del tercer tipo). Y lo cósmico del caso, es que se alojan en la placenta; succionando (se comen) el feto; y lo que nace es la placenta. De ahí es que, por ser una placenta; pasan la vida come que te
come. Y para ellos comer, es pasar la vida
placentera. Por eso y por muchas cosas más, hemos vivido placenteramente sin saberlo.
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