La
ONG “Cabeza en Tierra” dio con la cosa de cómo se solucionan los conflicto en
el socialismo del siglo XXI, aplicando el método del Avestruz. Estos bichito de
la cúpula podría no usaron algo endógeno como una lombriz, pues no, usan el
“Avestruz” como diría el político “patica
pa’ que te tengo” o “corre que te
corre” mejor conocido Manuel Rosales
al decir “no se le puede pedir peras al
horno”.
La
estrategia de ocultar el problema, crisis social; tiene su origen en la isla de
la felicidad, cuyo Gurú es el Castrador
de Libertades que sigue dando funcia con sus consejos del rito de fumar el tabaco. Bueno la cosa no está
en la lectura de la ceniza o humo del tabaco, sino en la tos seca que este produce, así es, ese “cok cok” se lee en clave
Morse ahí surge su “asesoría tropical”. Cuando se tiene tos lo normal es cerrar el puño con presión de la mano
izquierda y se lleva a la boca para
silenciar y simular que sepan que se tiene tos. Me explico se trata de
ocultar con opresión y penalizar la realidad y no viendo no
existe y “si no pienso no existe”
Dicen los que me cuentan que la filosofía
socialista del siglo XXI se basa en negar la realidad. Y tratan al pueblo como unos acéfalos “Uh Ah”, no ven el problema entonces no existe así de fácil y como el miedo es gratis.
Fíjense resolvieron penalizar al que hable
de cómo está el dólar negro en bolívares.
Resolvieron el problema del agua penalizando
al que hable de agua.
Resolvieron la tragedia de las
cárceles penalizando al que hable del
problema.
Resolvieron las consecuencias de sismos o
terremotos al penalizar que hable del peluquín.
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