Cuenta la leyenda urbana que los medios radiofónicos evidencian que las ondas herzianas o radioterapia por horas y horas de habladuría y bla bla, aplicada por hurgadores de trasero o tiranos, inundan y anegan la mente del oyente (anaqueles del encéfalo), estos al ser atrapados por Ñ circunstancia son víctimas de embrutecimiento, adormecimiento de tortura mental si mental ya que no sabemos a quién mentarle la madre (desahogo expresivo de conjuro urbano) dirigido (al que le caiga le chupa) al que dejó ese radio prendido y sin poder cambiarlo porque se valen de viejo truco de la cadena. Resulta y pasa que se presume tropicalmente que ha sido patentado por Fidel el castrador de libertades con su método de la serpiente (movimiento ondulante y lenta va hipnotizando y como un virus huésped se adhiere en las mentes) por eso es que para escucharlo por hora el virus vacía la mente y deja un troyano automático de expresiones cacofónicas sin sentido por ejemplo ¡Uh Ah!. Se dice que la ley del que escupe para arriba (radioterapia) a este le cae tarde o temprano, va a ser víctima de esa tortura de la (radioterapia).
No todo queda ahí la ONG de la Unidad, Mochos y Amputados han formulado una contra o vacuna para aguantar tal tortura hasta que haya nuevas elecciones y le demos un parao; poniendo a prueba el “Cualquier Cosa”. Es fácil, ocúpese haciendo cualquier cosa por aquí por allá, Ud. lo llamará cualquiera y con lo mismo es que se contrarresta, ya que el socialismo del siglo XXI se construye con cualquier cosa.
Mientras escuche una cadena socialista, ocúpese en algo sencillo y repetitivo por ejemplo:
Cuéntese los dedos de la mano una y otra vez.
Cuéntese los dedos de los pies una y otra vez no es aplicable a mochos; repita la operación elevándolo a la quinta potencia.
Quítese un pelo, el más largo de la pollina no aplicable a calvos, tómelo y hágale un nudo y otro más, no use los del sobaco por contener un ácido como de cebolla, ya que este hace llorar.
Trate de morderse una oreja no aplicable a los que tengan prótesis dental.
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