Esta expresión lapidaria,
sale a relucir en medio de elecciones que se necesita aventajar al adversario.
Y ponerse a demostrar que tal muerto voto es muy incómodo se necesita los
servicio de un patólogo, para hacer una necropsia, luego del fastidiar al muerto
con la ouija o amenazarlo con acto prohibido se santería y palería en
exhumarlos y distribuirlo en cinco sitios diferentes.
Esto lleva tiempo y distracción dilatoria
para que no le acepten, la moción del fraude por “Votos Muertos”. El derecho al voto es irrenunciable y demostrable.
Sobre todo en los países donde los vivos se hacen los muertos para agarrar
zamuros vivos.
Mucho se sorprenden que los muertos
participan en dichas elecciones fraudulentas ya sea en la Nación UhAh, donde
los incapaces Genocidas del Régimen Narco Terrorista UhAh, practican la
hechicería, ocultismo como programa de gobierno.
Desde aquí se vio como los muertos le dieron
la ventaja fraudulenta al que los medios de comunicación le da ganador en la
Nación del Águila. Queda destrado que los ¡muertos
votan!
1.- ¿Cómo? Explicarle a u
incrédulo, tan sencillo acto. Las funerarias poseen en su planilla de contrato
de servicio unas letras más chiquitas de lo chiquito; que ni un muerto o moribundo al leerla quede vivo, por tal compromiso.
En el se puede leer: Usted “Descansará en
Paz”, palabra suprimida que al descomprimirla se lee –Pazticipará en elecciones-
2.- Todo difunto incinerado
y puesto en un recipiente, contenedor de ceniza; puede y podrá ser despertado
al ser frotado como la lámpara de un tal Aladino.
3.- Se colocará una mesa de
Votación en cada cementerio. Haciendo el trencito con la canción de “Maky
Jacson”.
4.- En caso de negarse será
penalizado, y se le aplicará el viejo truco de “Palería y Santería”. El mismo
que se le aplicó en la Nación UhAh a José Gregorio Hernández*; fue exhumado y
descuartizado en cinco sitios. Ahora tendrá que votar en varios centro
diferentes de votación. Fin de la cita.
* José Gregorio Hernández,
fue un médico que se creyó de goma, y se le atravesó al único carro de ese
pueblo. El automóvil se dio a la fuga, pues pretendían hacerlo como capilla. Y
como no pudieron lo agarraron con el muerto. Se cree que aún no se había
inventado el freno. Otros aseguran que el freno se fue sin previo aviso. Otros
a la versad, no saben que pasó.
Lo milagroso del caso, es que el terminó
debajo del carro. Dando inicio a la profesión de mecánicos en frenos de esa
comunidad. Y urgió la expresión: Que las “Mujeres son como los frenos, no
avisan cuando se van”.